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Tras la muerte de Franco en 1975 y después del lento desmantelamiento de la dictadura militar y política, gran parte de la izquierda en el exilio todavía tenía como oficial la bandera de la Segunda República. Pero después del período de Transición Española, primero el PSOE con Felipe González, y luego el PCE con Santiago Carrillo, acordaron mantener la bandera bicolor en la redacción consensuada de la nueva Constitución de 1978. Sin embargo, durante todo el reinado de Juan Carlos I, el uso de la bandera tricolor ha estado vigente en ámbitos no oficiales y entre la mayor parte de los grupos republicanos de izquierdas, como símbolo reivindicativo de un cambio en el modelo de estado español, propugnando la creación de una nueva república. En 2009 el PCE, sintiéndose desvinculado de la Constitución Española de 1978, rechazó la bandera rojigualda y adoptó la tricolor. Pero la bandera de los tres colores no es de ningún partido y es a la vez de todos los hombres y mujeres que no nos sentimos aludidos como súbditos, porque nos sabemos ciudadanos iguales y solidarios. La sangre azul y los privilegios de casta, para los cuentos de hadas, no en nuestra sociedad. ¿Unas gambitas a la plancha? |