Marquesina está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar; tu acento:
Marquesina, te voy a contar un cuento:Esto era un rey que tenía / un palacio de diamantes, / una tienda hecha de día / y un rebaño de elefantes, / un kiosko de malaquita, / un gran manto de tisú, / y una gentil princesita, / tan bonita, / Marquesina, / tan bonita, como tú.
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(Sigue. A Margarita Debayle, Rubén Darío se la recitaba completa, de memoria, aún con la boca llena, degustando un polvorón.) |
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